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El precio del gol

Ahn Jung—Hwan (Paju Gyeonggi, Corea del Sur, 27 de Enero de 1976) fue un media punta que poca gente recuerda en nuestro país, pero sí en otros como Japón, Francia o Alemania, ya que pasó por equipos como Yokohama Marinos, Shimizu S—Pulse, Metz o Duisburgo. Pero este jugador es especialmente recordado en la serie A italiana. Hoy rememoramos la historia de este futbolista.

Nos situamos en el verano de 2002. Hace 16 años comenzaba el mundial de Corea y Japón. Nuestro protagonista por aquel entonces jugaba en el Perugia italiano. Venía de hacer dos temporadas prometedoras y el talentoso jugador asiático apuntaba alto. Fue convocado por su país, que tenía unas especiales ganas de hacerlo bien, puesto que eran anfitriones y querían dar una buena visión del país de cara al mundo y a su propia gente. Corea del Sur quedó encuadrada en un grupo particularmente complicado, con Polonia, Estados Unidos y Portugal.
Contra todo pronóstico, Corea del Sur se alzó con el primer puesto del grupo. El destino quiso que Corea se cruzara con Italia, país donde jugaba Ahn Jung—hwan. Italia hizo una fase de grupos muy mediocre, quedando segunda de grupo, gracias a una sorprendente victoria in—extremis de la selección ecuatoriana frente a los croatas.
El Corea—Italia empieza con un penalti a favor de los coreanos que desgraciadamente fallaría Ahn Jung—hwan. En el minuto 18, en un córner perfectamente ejecutado por Totti y mejor rematado por Vieri, la selección azzurra logra el 1—0. El partido transcurrió con el mismo resultado hasta que un rebote en el área italiana cayó a los pies del ariete Lee Chun—Soo (ex— Real Sociedad). Este gol hace que el partido vaya a la prórroga. Varios fallos de Vieri hacen que los coreanos continúen vivos en el partido, hasta que en el minuto 119, un certero pase de Lee Young—Pyo hace marcar a Ahn Jung—hwan el gol que dio a Corea el pase a cuartos.
La selección coreana eliminaría a la selección española en cuartos de final, no con poca polémica y la ayuda arbitral del egipcio Al—Ghandour (años después admitió su culpabilidad), llegando así a las semifinales del torneo en las que perdieron contra Alemania.
Después del mundial, el presidente del Perugia Calcio, Luciano Gaucci, en un acto de orgullo decidió no renovar el contrato de Ahn Jung—hwan apelando que el jugador coreano había sido la ruina del fútbol italiano. Aunque después el club reculó y decidió renovarle, Ahn Jung—hwan rechazó la propuesta porque se sentía ofendido y apartado del vestuario.
De esta manera volvió a Asia y perdió el sueño de triunfar en Europa. Quién le iba a decir al prometedor jugador coreano que el gol más importante de su carrera supondría el final de su sueño europeo.

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